Los placeres y los días

Es un grito y nadie puede oirlo, solo tú…

¿A dónde van las almas que se lleva el diablo?

Posted by María en 1 May 2009

Fausto es uno de los mitos literarios que más ha trascendido a lo largo de los tiempos. No sé bien qué es lo que hace que unos mitos sobrepasen los límites del tiempo y otros vayan directos al olvido, el caso es que con este fragmento de la obra de Goethe todos podemos sentirnos algo identificados:

» Dos almas ¡ay de mí!, imperan en mi pecho y cada una de la otra anhela desprenderse. Una, con apasionado amor que nunca se fatiga, como con garras de acero a lo terreno se aferra; la otra a trascender las nieblas terrestres aspira, buscando reinos afines y de más alta estirpe.
(…)
Devuélveme el impulso sin mesura, la dicha dolorosa en lo profundo, la fuerza de odio y el poder de amor, ¡Devuélveme otra vez mi juventud.
«

De qué esta hecho el ser humano es difícil de explicar. Nosotros mismos sabemos que dentro de este saco de huesos hay algo en contradicción. ¿Alma? ¿Qué es el alma? ¿Puede contradecirse el alma a sí misma? El alma se suele considerar más valiosa que el cuerpo, que lo externo, sin embargo, mientras tratamos de cuidarnos bien en cuanto al aspecto (cremas, colonia, acicalamientos varios…), el alma es lo primero que estamos dispuestos a vender.

¿Será cierto aquello de que todo mito tiene algo de realidad? Muchas y muchas veces preferimos vender el alma al diablo sabiendo que saldremos perdiendo. El por qué no lo sé, pero yo me pregunto, ¿qué hará el diablo con tantas y tantas almas?

29 respuestas to “¿A dónde van las almas que se lleva el diablo?”

  1. rayuelo said

    Para mí que las revende al mejor postor…

  2. Juan said

    Lo importante es estar en la lucha. Decía san Agustín, un hombre que había experimentado esa cosa de la lucha interior, que se sentía como aquel que trata de despertarse de un profundo sueño pero que era incapaz. Que trataba de abrir los ojos y no podía. Esa sensación me es familiar. La solución noi está en mi mano, lo que sí es importante es ser consciente de esto; querer, desear hasta que duela salir de ese sueño que aletarga y destruye.

  3. María said

    ¿Cómo que un sueño?

  4. Apache said

    Saludos a todos. Un placer volver por aquí.Después de leer este fragmento de Fausto, me ha venido a la memoria un relato que quisiera compartir con todos. Se titula Los Lobos y es como sigue:

    Un anciano enseñaba a su nieto acerca de la vida.

    “Es una pelea terrible y es entre dos lobos”, le dijo.

    “Uno es malo : es la ira, la envidia, la pena, la avaricia, la arrogancia, la autocompasión, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad, y el ego.

    El otro es bueno: el es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la bondad, la benevolencia, la empatía, la generosidad, la verdad, la compasión, y la fe.

    La misma pelea pasa dentro de ti y dentro de cada persona, también.”

    El nieto pensó acerca de ello por un momento y entonces preguntó a su abuelo, «¿Cuál lobo ganará?».

    El anciano simplemente contestó:

    «Aquel a quien tú alimentes”.

    La eterna lucha. El bien y el mal en el caso de este relato y, en el caso de Fausto, la lucha entre esa parte de nosotros que se aferra a lo terrenal y esa otra que intuye y aspira a lo trascendente. Que cada cual alimente al lobo que crea más conveniente.
    Para contestar a la pregunta ¿qué es el alma?, entraríamos en el terreno de la teología y, por tanto, en este caso al menos, en el terreno de la especulación filosófica; doctores ha tenido ya la iglesia en este caso y en todas las confesiones religiosas y doctrinas filosóficas, y no es cuestión, que a mí al menos, me interese lo más mínimo en este momento.
    La pregunta, María, ¿qué hará el diablo con tantas y tantas almas?, se responde fácilmente: organizar la crisis económica a nivel mundial que a todos nos afecta en este momento. Eso, por mencionar uno de los innumerables episodios que el ser humano ha organizado en esta maltratada Tierra, precisamente por vender su alma al diablo, pensando ¡pobre ignorante! que con ello ganaría en bienestar.
    Así es que cuidado, los dos lobos tienen su guarida en todos y cada uno de nosotros. Quién de los dos gane, dependerá de ti.
    Y tú, ¿a quién alimentas?…
    Un abrazo a todos.

  5. María said

    Me gusta tu comentario Apache, gracias, después de tanto tiempo se echan de menos ciertas opiniones.
    Estoy de acuerdo contigo en que cada uno alimenta a los lobos, pero la cosa no es tan simple, si no todos alimentaríamos al lbo bueno. El caso es que eso no ocurre, en gran parte de las veces alimentamos al lobo que no queremos alimentar. Hay muchos momentos en la vida en las que alguien nos susra al oído: «todo esto te daré si postrándote me adoras…» y entonces vendemos el alma, alimentamos al lobo equivocado, etc etc. ¿Por qué? Porque la vida no es fácil, y hay ofertas que a uno le parecen buenas, vamos a llamarlo así, buenas. Ahí la contradicción de eso que puede llamrse alma, o de mil maneras, porque al fin y al cabo no sabemos ni lo que es.

  6. Apache said

    Ciertamente, María, la vida no es fácil, nada fácil. Cristo, al que mencionabas en uno de tus comentarios cuando fue tentado por el diablo, ya lo advirtió: «esforzaos por entrar por la puerta que es angosta». La lucha siempre está ahí, la tentación siempre está ahí, y además ofrece resultados supuestamente gratificantes y a plazo, no ya corto, sino inmediato. De ahí que mucha gente prefiera vender su alma en un momento dado para obtener esas gratificaciones que, de otra manera, o no llegarían jamás, o llegan después de mucho trabajo y esfuerzo.
    Pero ahí está el reto, nuestro gran reto. Sabemos que «este saco de huesos» está en el centro de todos nuestros problemas y con frecuencia es nuestra escasa capacidad de discernimiento lo que nos mete de lleno en la tentación fácil y en sus consecuencias…el sufrimiento.
    La ignorancia… siempre el gran problema a mi juicio del ser humano desde el principio de los tiempos. Y su antídoto… la sabiduría. Pero claro, encontrarla requiere de un enorme esfuerzo de trabajo interior que la mayoría de la gente no está dispuesta a realizar.
    Cuando Cristo es tentado, Él está ya en un nivel de conciencia superior que le permite la libertad de elegir y alejarse de falsas gratificaciones.
    Nosotros, pobres mortales, también poseemos dicha conciencia. La cuestión es sacarla a la luz. Pero el camino, claro, es angosto…
    Pero es el único camino que sacaría a Fausto de su sufrimiento y a todos y a cada uno de nosotros.
    Lo dicho: dos lobos, uno, camino fácil de gratificación inmediata, y otro, camino angosto pero que conduce a la liberación.
    Sufrimos, como Fausto, y cuando somos conscientes de ello, esta consciencia debería ser razón más que suficiente para querer acabar con dicho sufrimiento.
    La elección es nuestra. No es fácil, cierto, pero es NUESTRA ELECCIÓN.
    Un abrazo.

  7. María said

    Conciencia…. interesante, pero ¿qué diferencia puede existir entrealma y conciencia?

  8. Esterina said

    Que bueno, Fausto!!!! Ciertamente la conciencia de ello es el primer paso, pero de ahí a que sea nuestra elección… Existen un montón de acontecimientos que se nos escapan que sólo pertenecen al misterioso devenir de la contingencia. Fausto sólo quería ser feliz, como cada uno de nosotros, el único fin humano, la felicidad, el problema se encuentra en donde buscarla. Él se aferra a este propósito con todas sus fuerzas, pero nunca tiene suficiente para ser feliz, siempre quiere más (no olvidemos que Fausto contaba con salud, riqueza y amor, como quien dice), ES LA INSATISFACIÓN HUMANA LO QUE NOS LLEVA SI ES NECESARIO A VENDER NUESTRA PROPIA ALMA.

    La lucha no creo que esté en los sentimiento humanos sólo, como señalais, amor, paz, odio o ira… Se nos olvida el bien y el mal en cuanto nos prometen la felicidad. Un fin sin lugar a dudas inalcanzable para la raza humana, siempre insuficiente e insaciable, y con tal de lograrlo,en ocasiones, somos capaces de elevarnos por encima de los hombres y jugar a ser dioses, así como tampoco nos importa descender a la mayor miseria humana(vendiendo nuestra ropia alma) con tal de ser felices…

  9. María said

    Gracias por tu comentario Esterina, espero que sea el primero de muchos.
    A mí me viene entonces un interrogante, al hilo de lo que hablas. Si la raza humana es insaciable, el fin inalcanzable, no es de extrañar que el hombre venda su alma, y porque no tiene mucho más. Total, todo es absurdo, porque la felicidad si no se puede alcanzar nunca es porque no existe…
    Si el bien y el mal no dependen del ser humano, es algo que es innato que a veces aflora en forma de bien o de mal, entonces, ¿qué papel tiene en sí el ser humano? ¿Qué hacemos aquí buscando algo que jamás vamos a encontrar? ¿Para qué sirve el alma entonces?

  10. Esterina said

    La felicidad entendida humanamente es que tu vida sea lo que tu quieras y en estos términos, no vas a encontar la felicidad, puesto que tu vida no la controlas tu, ya que en cierto modo depende de tantas otras que te rodean, influyen…

    El tema es que EL HOMBRE ESTÁ ENFERMO DE FEICIDAD, esto significa, que es tanta la obsesión que tiene e hombre porque su vida sea tal y como él desea, que ante la continua frustración, sólo queda, ante esa desesperación, la última carta, donde no sabes si esta o no la felicidad, pero tu única oportunidad, vender tu alma… Con ello quiere decir, que aunque un hombre tuviera todo lo deseable humanamente, es el caso de Fausto, era bastante rico, contaba con el amor incondicional de Margarita… aunque esto fuera así de perfecto, no sería feliz mientras no lo valorase, mientras no se diera cuenta que tiene TODO para ser feliz.

    No se trata de un conformismo, se puede aspirar a conseguir cosas, pero no ambicionar lo que no se tiene. Entonces consistiría en valorar y fijarte en lo que tienes y no tanto en lo que te falta, porque siempre te va a faltar algo.
    Por último el sentido del alma, tal y como lo entiendo yo, creo que representa lo más profundo de a naturaleza humana (aunque como todo es algo relativo…) Y muestra que es tanta la desesperación humana, en muchos casos, refiriéndome al sentido de la vida, que aunque no único si muy fuetemente es la felicidad. Ésta no se basa en una moralidad, sino que se orienta hacia un objetivo. Lo indudable es quela posibilidad de ser feices se nos rela cada dia con la vida, pero ¿cuántas veces la desecaos?¿Cuánto tiempo más hay que esperar para tener todo para ser felices?

  11. María said

    Estoy bastante de acuerdo con lo que dices. Aún así yo pienso que más que materialista el hombre es, no está, sino que ES sediento de trascendencia, de amor, de sensitividad. Fausto tenía todo lo material posible, incluso el amor (porque también puede ser material el amor), sin embargo faltaba algo. Dorian Gray es un caso muy similar.

    La felicidad es algo muy subjetivo o no lo es tanto. Yo sé que mi vida no la controlo yo, que está sujeta a mil variantes, a mil personas,a mil situaciones que pueden hacer que en una milésima de segundo que un momento feliz se convierta en uno trágico. Pero es que la felicidad es algo mucho más grande, no es sonreír, no es pasarlo bien, ni siquiera es armonía, serenidad, paz y amor.
    Para mí que la felicidad se acerca más a lo que sería una vida plena, es decir, una vida con un sentido fuerte detrás, una vida que con una situación trágica, que con un sufrimiento, no pierde el sentido. Una persona capaz de aceptar que su madre se muere con paz, con pena sí, por lo que respecta a la afectividad, pero con paz, con un sentido de vida.

    Yo creo verdaderamente que la felicidad en parte, en mucha parte nos la roba el miedo a la muerte, la necesidad de trascendencia, porque el hombre no soporta la idea de que se va a morir, porqu no soporta la idea de haber sido hecho parala muerte. Ahí creo yo que está la cuestión.

  12. Apache said

    Qué maravilla. Fijaos, a veces ni siquiera son necesarias demasiadas entradas; haces una que nos toca la fibra sensible (si lo preferís, el «alma») y, al igual que el río va arrastrando las piedrecillas y depositándolas en la orilla, en el curso de estos comentarios se van dejando depositadas también inquietudes que darían pie a otras magníficas entradas: el secreto de la felicidad, la insatisfacción humana, el miedo a la muerte…
    Para terminar con este tema, te aconsejo María que no escarbes demasiado en encontrar la existencia o no del alma. A fin de cuentas, aún encontrándola, ¿qué harías con ella? ¿Qué cambiaría en tu vida con este hallazgo? Aquellos que se jactan de creer en ella no son en verdad más felices que los que no creen en su existencia. Hemos de ser más prácticos, y para ello las mujeres sois especialmente sensibles; no por casualidad este tema es obra de una mujer. Lástima que no te prodigues más a la hora de ofrecernos entradas; creo que ya lo dije una vez, y si no, aprovecho ahora para decirlo: el mundo necesita mucho más de lo femenino, de lo sensible, de aquello que de verdad llega al corazón.
    Dejemos la teología para los aburridos. Hoy, gracias al conocimiento de las leyes (física, termodinámica, etc.) que puedan intervenir en ello, sabemos por qué se pueden cocer unas patatas, pero resulta patético que una ama de casa o amo de casa se esfuerce en aprender dichas leyes y que, llegado el momento de comer, no tenga nada que llevarse a la boca porque no sabe cocinar…
    Esterina, de acuerdo que hay acontecimientos que no podemos controlar. Un chaval que en Sierra Leona le ponen un fusil en la mano a cambio de un plato de comida, va a tener muy pocas opciones de elegir a qué lobo alimentar. Este sería tema de otra magnífica entrada. Pero es el caso de Fausto el que nos ocupa, y por extensión, el de todos aquellos que, acomodados en la llamada sociedad del «bienestar», se sienten desgraciados a pesar de ello. Es en este caso cuando somos dueños de elegir el camino que nos lleve a la desgracia o que nos rescate de la misma. Aún así, en estas circunstancias, no podemos controlar, ciertamente, los acontecimientos externos, pero sí nuestra actitud ante ellos. Y no es, creo yo, LA INSATISFACCIÓN HUMANA LO QUE NOS LEVA A VENDER NUESTRA ALMA. No es la insatisfacción lo que nos conduce a la estupidez de vender nuestra alma a cambio de bienestar; ES LA PROPIA ESTUPIDEZ DE LA QUE SOMOS PROPIETARIOS LA QUE NOS LLEVA A NO SABER DISCERNIR AQUELLO QUE NOS ES MÁS CONVENIENTE EN UN MOMENTO DADO. No es la insatisfacción la que nos conduce a la estupidez, es ésta la que nos lleva a la insatisfacción.
    Por tanto, si algo hay que combatir es la ignorancia, que es a mi juicio la verdadera causa de nuestro padecer.
    En cuanto a la felicidad, no hay que buscarla en ningún sitio, ¿quién dice que esté escondida? ¿Acaso no somos capaces de sentirla aquí y ahora? ¿Recordáis la famosa frase atribuida a Gandhi: no hay camino para la paz, la paz es el camino? Pues eso, no hay camino para la felicidad, ésta es el camino. ¿A qué esperas para sonreir ahora mismo, para sentir que estás viva, que el milagro de la vida te ha dado la oportunidad de ver la luz de un nuevo día?
    Este último comentario tuyo, María, es excelente y deja en el aire un tema que deberías rescatar para otra entrada: el miedo a la muerte. Sigue en esta línea, por favor, a fin de cuentas, todos somos seres sintientes que sufren y es en este tipo de cuestiones donde podemos encontrar el fuego necesario que dé calor a estas almas, a veces tan mojadas por la lluvia de la desgracia.
    Sin ánimo de menospreciar el trabajo de los demás, eres, como mujer, el verdadero motor de este blog. Se necesita de tu sensibilidad y la de todas aquellas mujeres que nos lean y a las que animo sinceramente a participar.
    Este es un medio tan bueno como otro para crear conciencia de todo aquello que nos afecta y de todo aquello que nos puede sacar del barro.
    Ánimo, pues. Un cálido abrazo.

  13. Apache said

    Por cierto, querido Slumdar, espero no haberte puesto celoso… Doy por entendido que ya sabes que la aportación de tu experiencia, recalco esto, «experiencia», es y siempre será para mí motor preciado y precioso en este espacio.
    Un abrazo, amigo.

  14. Apache said

    «Una persona capaz de aceptar que su madre se muere con paz, con pena sí, por lo que respecta a la afectividad, pero con paz, con un sentido de vida…»
    Qué hermoso, María.

  15. Apache said

    Os ruego me disculpéis, como suelo venir poco, aprovecho bien la ocasión. Como creo que viene al caso, os dejo la «ofrenda» que hoy he dejado a mis amigos en sus correos electrónicos y que tan amablemente tienen la paciencia de soportar.
    Quería también compartirla con todos vosotros.

    JUGUETES

    ¡Qué feliz eres, niño, sentado en el polvo, divirtiéndote toda la mañana
    con una ramita rota! Yo sonrío al verte jugar con este trocito de madera.
    Yo estoy ocupado haciendo cuentas, y me paso horas y horas sumando cifras.
    Tal vez me miras con el rabillo del ojo y piensas: ‘¡Qué necedad perder la
    tarde con un juego como ése!’
    Niño, los bastones y las tortas de barro ya no me divierten; he olvidado tu arte.
    Persigo entretenimientos costosos y amontono oro y plata.
    Tú juegas con el corazón alegre con todo cuanto encuentras. Yo dedico mis
    fuerzas y mi tiempo a la conquista de cosas que nunca podré obtener.
    En mi frágil esquife pretendo cruzar el mar de la ambición, y llego a
    olvidar que también mi trabajo es sólo un juego.
    Rabindranath Tagore

  16. Esterina said

    Lo siento Apache, no creo que todos los infelices sean estupidos ni ignorantes, sólo que no s dan cuanta que la felicidad está delante de sus ojos, y están cegados por estar ocupados en mil cosas más, que les nublan la vista. En cuánto a tu perspectiva de felicidad, creo que en base pensamos lo mismo.

    Un último punto, que creo que no se ha entendido, tal y como lo he dicho, con la insatisfación humana no me refiero a cosas materiales (si todavía queda algo inmaterial, en términos de acumulativo como posesión de alguien)sino, que también la insatisfacción humana está en la necesidad de trancendencia y la búsqueda de algo puro, en medio del mundo superficial en que vivimos…

    También creo en la felicidad, pero no una felicidad basada en la posesión materialsita, no en la vida deseada, sino en entender tu vida y todo lo que hay en ella como la mejor que podrías tener. Todo ello es un regalo no buscado ni si quiera por tí mismo, porque ¿¿¿¿acaso alguien a elegido nacer y tener su propia vida????

  17. Apache said

    Dime, Esterina, dónde he dado yo a entender que todos los infelices sean estúpidos y te invito a cenar donde quieras…
    Tal vez la palabra estupidez nos suene demasiado cruda. Sustitúyela por ignorancia.
    Por otra parte dices: «no creo que todos los infelices sean estupidos ni ignorantes, sólo que no se dan cuenta que la felicidad está delante de sus ojos, y están cegados por estar ocupados en mil cosas más, que les nublan la vista.» No sé si habías leido ya el relato de Tagore cuando estabas escribiendo eso. Alude precisamente a esto que comentas.
    Por otro lado, si disponemos de todo cuanto necesitamos para satisfacer nuestras necesidades básicas y aún así no somos felices ¿no es una estupidez? Yo no tengo absolutamente ningun problema en reconocerme como un completo imbécil por ello. Y es precisamente desde este reconocimiento de mi ignorancia de las verdaderas raíces de mi infelicidad y sufrimiento desde donde puede surgir el arranque y la motivación que me harán llegar al conocimiento del camino para erradicarlas.
    Yo también sufro, como todos, pero sé que sufro por ignorante, y es esta ignorancia la que quiero combatir. Aquél que está enganchado al alcohol y no lo reconoce, jamás podrá dejarlo. De la misma forma, aquél que está preso de la ignorancia y no se dá cuenta, jamás hallará el camino a la felicidad.
    Por lo demás, estoy completamente de acuerdo contigo, en cuanto a la felicidad, nuestra perspectiva es básicamente la misma.
    Un abrazo, Esterina.

  18. Apache said

    He puesto el ejemplo de los niños de Sierra Leona, y habría millones de ejemplos más de gente infeliz y no precisamente por ignorantes o estúpidos. Pero recordad, estamos en Fausto…

  19. rayuelo said

    LA QUÉ HABÉIS MONTADO!!

    Me parecen interesantes todos vuestros puntos de vista y estoy seguro que seríamos geniales tertulianos de barra de bar, con «whiskazo» y puro si es posible, PERO EN CUANTO A CONDICIÓN HUMANA siempre discutiríamos en vano porque las personas, aunque parezca que quieran, no suelen seguir los caminos lógicos de la paz o la felicidad que se han comentado por aquí. SUELE PONÉRSELO MUY COMPLICADO, cuanto más inteligente es más complicado se lo pone.

    Goethe es un gran ejemplo: novelista, dramaturgo, poeta, científico, geólogo, botánico, anatomista, físico, historiador de ciencias, pintor, arquitecto, diseñador, economista, director de teatro, minero, filósofo humanista y, durante diez años, funcionario del Estado en la ciudad de Weimar. Y masón. Aún así el tío no terminó de encontrarse en sus 83 añazos de vida azarosa. EN FAUSTO MISMAMENTE HAY UNA CRÍTICA BASTANTE PRONUNCIADA AL «CONOCER Y SABER A TODA COSTA», cueste lo que cueste.

    Ya lo he comentado en otras entradas: YO TIENDO (y me resisto) A UN ESTADO DE INCONSCIENCIA, de ignorancia respecto al mundo porque si conozco al mundo y sé lo que lo mueve no me queda otra opción de odiar al mundo e intentar cambiarlo, y eso es lo que pretende Fausto, y en lo único que se convierte es en un asesino, eso poniéndonos bondadosos con él. Poseer el alma: SI NO SUPIÉSEMOS DÓNDE ESTÁ EL ALMA NO PODRÍAMOS DAÑARLA. Ester ha dicho que es lo más profundo de cada uno y estoy de acuerdo: DEJÉMOSLA DESCANSAR ALLÍ, allí nadie puede entrar pues hasta nosotros mismos desconocemos cuál es la llave.

    APACHE! Qué alegría verte, hombre. A ver cuándo nos obsequias con una entrada, malaje!! Esterina: lo mismo digo.

  20. Apache said

    Saludos, estimado Rayuelo. ¿Discutir en vano? No, por favor, de ser así, cierra este blog.
    Personalmente, conociéndote lo poco que te conozco a través de tus entradas y comentarios, me cuesta creer sinceramente que tiendas a la inconsciencia. Además, sabiéndote amante de la lectura, uno de los rasgos distintivos de ésta es hacernos más y más conscientes del mundo que nos rodea y de nosotros mismos. Tal vez, y precisamente por ello, una vez nos muestran el mundo tal y como es, la primera inclinación sea ignorarlo (aunque nos resistamos), pero, sinceramente, no creo que sea tu caso.
    Por otra parte, la cuestión no es, creo yo, ignorar al mundo so pretexto de no vernos forzados a odiarlo y a cambiarlo, sino tratar de conocernos mejor a nosotros mismos para poder así ofrecer al mundo lo mejor de nosotros. ¿Por qué cambiar el mundo? El mundo es como es y, si ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos, ¿qué garantía tenemos de que el cambio que ofrecemos es medianamente razonable, digno de ser ofrecido al mundo como propuesta de cambio?
    ¿Recuerdas a Kennedy?: «no te preguntes lo que tu país puede hacer por tí, sino lo que hoy puedes hacer tú por tu país.»
    La historia de la Humanidad, que también podría subtitularse Historia de la Estupidez, no es sino el resultado de millones de ignorantes que, creyendo poseer las claves para cambiar el mundo, no han hecho otra cosa que estropearlo.
    Así es que dejemos al mundo en paz. Es un concepto demasiado abstracto. Empezemos por nosotros mismos.
    Como dijo Lao Tsé: «puedo conocer el mundo sin salir de mi habitación». Aunque llevas razón, la inteligencia, la cordura, la consciencia, la sensibilidad, también conducen al sufrimiento. Es el «mal de los poetas».
    Pero bueno, la consciencia es como una escalera. Cada escalón es un esfuerzo extra, vas notando el cansancio del camino, en el último tramo incluso te puede faltar el aliento, pero una vez llegas arriba…

  21. María said

    Solo me queda aplaudir este debate: BRAVO

  22. Apache said

    Y yo inclinarme ante ti por haberlo propiciado…
    A tus pies, María.

  23. rayuelo said

    Empezemos por nosostros mismos, de acuerdo Apache. POR ESO HE COMENTADO QUE HABLAR SOBRE LA CONDICIÓN HUMANA Y NO HACERLO DESDE UN INDIVIDUO CONCRETO ME PARECE VANO y un ejercicio de autocomplacencia con nosotros mismos, como diciendo: «Así somos». Definiéndonos en lo general cuando debemos ahondar en lo profundo de cada uno, el alma, como ya se ha comentado. Hablar de los niños de Sierra Leona, de los estúpidos, de los infelices o de los ignorantes en general no nos llevará más que a la generalización. LLEGAR AL ALMA DE LA GENTE NO ES UN CONCEPTO ABSTRACTO, si alguien lo consigue nos lo diría. «LLEGUÉ A MI INTERIOR y con eso basta» o «LLEGUÉ A ENTENDER Y COMPRENDER PERFECTAMENTE A ALGUIEN».

    Se ha hablado de la consciencia como alma (creo que fue María, sacadme de la duda) pero yo creo que lo que verdaderamente es el alma es la incosnciencia: ALGO QUE NO PODEMOS PALPAR A NO SER QUE NOS DESHAGAMOS DE TODO CONOCIMIENTO O TODA EXPERIENCIA. A eso tiendo y por ello me cuesta, porque desprenderse es irse por el sumidero un poquito, humillarse y conocerse uno tan íntimamente que no nos reconocerá ni la madre que nos parió (con todo el respeto para todas nuestras señoras madres).

    Dices, Apache, que la cordura, la inteligencia, la razón, la consciencia… conducen al sufrimiento, PERO YO DE ESO NO HUYO PRECISAMENTE (bueno, a veces sí). A lo que conducen muchas veces es a la soberbia, que es otro síntoma de ese «mal de los poetas» que comentas. LOS POETAS SON SOBERBIOS y en muchos de sus poemas se arrepienten de serlo; de ser precisamente poetas porque quizá lo que quisieran ser en realidad es ser POEMAS (como el amigo Gil de Biedma).

    PD: soy fiel admirador de Tagore, Apache, gracias por ilustrar el tema con uno de sus poemas.

  24. Esterina said

    La verdad es que nunca he leído a Tagore, pero si se parece a mi razonamiento, y aunque no lo hiciera, me gustaría leerlo….

    Lo siento, pero sigo sin pensar que aquel qu no es feliz sea estúpido e ignorante, no lo veo, creo que es no querer reconocer, la insatisfación. No pasa nada, no nos vamos a poner de acuerdo, cada uno piensa o llama de un manera la causa…

  25. María said

    No creo que se vaya aqui a descubrir nada, o sin embargo podemos descubrirlo todo, por eso es importante que aunque no haya mutuo acuerdo todos compartamos de nosotros mismos.
    Yo creo que la verdadera felicidad se consigue cuando uno es capaz de realizar una ruptura entre alma y cuerpo. No hay que convertirse en ignorante pero sí hay que hacerlo. Recuerdo aquello de «solo los que se hagan como niños entrarán en el Reino de los Cielos» o algo así. No es ser ignorante precisamente, todo lo contrario, es ser el más sabio del mundo, aquel que consigue alejarse de la vanidad, que puede ser irse un poco con por el sumidero, claro que sí, a mí me gusta eso de desprenderse un poco de uno mismo. Por eso pienso que la consciencia, la inteligencia, etc, no conducen al sufrimiento, lo que conduce al sufrimiento es el mal uso de ellas, la vanidad y la soberbia y, sobre todo, la ignorancia

  26. rayuelo said

    Yo no he querido llevarlo al terreno de la creencia religiosa (que por otra parte parecía inaplazable llevarlo) porque considero que los creyentes (entre los que me incluyo) tenemos una ventaja sustancial con los que no creen… ¿NO OS PARECE?

    ¿No os parece que el «sólo Dios basta» de Santa Teresa de Jesús quita muchos problemas pero añade otros como el problema de la fe y su vivencia? LOS CRISTIANOS (también otras religiones pero hablo de los cristianos) contamos con magníficos escritores, desde San Marcos a Santa Teresa, y esa es una ventaja que no me gustaría sacar en este debate.

  27. Apache said

    Saludos, familia. Con este comentario cierro mi participación en este tema. He estado de mudanza estos últimos días y hasta hoy no he podido ver vuestros últimos comentarios al respecto. Solamente aclarar algunos puntos.

    Rayuelo comenta que «lo que verdaderamente es el alma es la inconsciencia: ALGO QUE NO PODEMOS PALPAR A NO SER QUE NOS DESHAGAMOS DE TODO CONOCIMIENTO O TODA EXPERIENCIA». Como dije anteriormente, no me interesa especialmente entrar en una posible definición de alma, es más, no me interesa lo más mínimo. Pero esta idea que apunta Rayuelo es muy interesante. María un poco más adelante apunta una frase de Cristo que está en íntima conexión con esta idea de deshacerse de todo conocimiento o experiencia: «solo los que se hagan como niños entrarán en el Reino de los Cielos». Efectivamente, los niños viven en este Reino pues viven conectados solo al presente, en cambio, de adultos, para volver a este Reino tendremos que despojarnos de todo lo conocido; para seguir con Cristo: «matar a tu padre y a tu madre…» Tirar toda la basura que acumulamos en la mente es uno de los primeros pasos en el camino hacia el conocimiento de uno mismo.

    Esterina sigue sin pensar que aquel que no es feliz es estúpido e ignorante, yo sigo diciendo que esta afirmación no se puede entresacar de mis palabras, si es que es el caso. Es verdad, no nos pondremos de acuerdo, cada uno pensamos diferente, pero es importante al menos interpretar correctamente lo que decimos; otra cosa es estar o no de acuerdo.

    Por otro lado, yo no digo que la consciencia, la inteligencia, la cordura, etc. conduzcan al sufrimiento, con lo que contesto a María y Rayuelo. Digo que ellas «también» (cómo puede cambiar una sola palabra el significado de una frase) conducen al sufrimiento; pero con ello solo quería suscribir un comentario del propio Rayuelo cuando dijo: «SUELE PONÉRSELO MUY COMPLICADO, cuanto más inteligente es más complicado se lo pone». Y, ciertamente, la lucidez puede poner al descubierto mucha basura acumulada, y es en el proceso de limpiarla cuando podemos sufrir, lo que es, como la democracia, un mal necesario.

    Por último, Rayuelo, ese último comentario en el que apuntabas las ventajas sustanciales de los que creen con respecto a los que no, pero que no te gustaría sacar en este debate, sería un magnífico tema para otra entrada, a la que, si puedo, me apuntaría gustoso. Así es que ánimo.

    Un abrazo a todos.

  28. rayuelo said

    Gracias Apache por tu paticipación en el blog porque más allá de que estemos de acuerdo o no en nuestras apreciaciones he mos puesto (sin decir nada) las bases para unos debates sanos y en los que cada opinión es tenida en cuenta. De nuevo te invito, en la medida de tus posibilidades, que un día de estos hagas una entrada que comentaremos con voracidad y con empeño, intentando sacar tan gratas conclusiones (si se puede llamar así a ésto, qué más da) como en esta entrada.

    Por último señalar que la analogía entre lo dicho por mí y lo comentado por María me parece correcto porque ambas suponen un desprendimiento de «saberes» que, por decirlo de algún modo, si ocupan lugar y su sustitución por la inteligencia inocente del que cree, el que confía, en un poder que se le escapa a su conocimiento (o mejor dicho, para el que no d¡necesita conocmiento, en mi humilde opinión).

    VOLVEREMOS SOBRE EL TEMA!

  29. yuddy said

    hola lo que quiero saber los que practican el satanismo adonde van a ir cuan do se mueran.

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