Así comienza el gran discurso de Charles Chaplin al final de la película “El gran dictador” (1940) protagonizada por el siempre magnífico Charles Chaplin.
Han pasado 70 años desde que Chaplin pronunciara estas palabras. Él denunciaba el progreso; porque sí, aún hay gente que sigue pensando que lo que ocurre en nuestro mundo es progreso. Cierto es que nacemos libres, pero también resposables de lo que hacemos de nosotros mismos, ¡no debemos aludir el compromiso que supone vivir en este mundo!
Yo me dedico a la enseñanza precisamente porque creo en este discurso, si no creyera que es posible, no lucharía practicamente por nada. Precisamente yo busco, al igual que Chaplin, la humanización de la sociedad, pero ¿acaso es una utopía?.
Interesante lo de la palabra “utopía“, y es que tiene una premisa importante: que no es imposible.
Discurso de Charles Chaplin en la película El Gran Dictador (1940)
Las incomprensiones más grandes no le vienen a uno de las cosas más gigantescas e inabarcables. No en principio. Vienen del detalle: de una frase, de un recuerdo o de un instante. Lee el resto de esta entrada »
Hay diferencias. No es lo mismo un judío ultraortodoxo de Mea Sharim, en Jerusalén, que Woody Allen. Supongo que la distinción estará en el sentido del humor, casi más en eso Lee el resto de esta entrada »
Hay dos formas de chantaje: una es por abuso, la otra es por desesperación. No se puede ofrecer más que la vida; y esta se pone en juego. Pero es difícil reconocerlos.
La locura de mundo que hemos inventado, que según Bob Dylan había comenzado el día que pusimos una bandera en la Luna, sigue dando giros y giros concretísimos y que olvidamos no en el tiempo, que no existe, si no en una cajita que algún día estallará: porque el mito siempre vuelve y se manifiesta. Claro que si.
Con 53 años moría en San Petersburgo el compositor ruso Tchaikovsky. Su última obra, según cuentan los entendidos, era un claro reflejo de su estado permanente de depresión. El nombre: “Patética” (1893). Walt Disney, con buen criterio, prefirió para la obra maestra de “Fantasía” (1940) una parte del “Cascanueces”. Por algo sería.