Los placeres y los días

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La materia y los límites

Posted by rayuelo en 2 diciembre 2010

Eduardo Chillida fue portero de la Real Sociedad en la postguerra y recibió 16 goles en catorce partidos. Demasiados, pensaría. No se le daba mal dibujar y por lo tanto decidió estudiar Arquitectura. Una cosa seria. Se pasaba el día dibujando así que poco a poco, como las cosas que a uno debieran interesarle y en verdad no le interesan lo más mínimo, fue construyendo un mundo interior donde había límites y donde tendía a superarlos cada día.

Chillida Leku

Trabajando el yeso se dio cuenta que su naturaleza le empujaba a otra cosa, porque el hombre es de un lugar, aunque lo primero que es, es hombre. Y moldeo acero. Lo hizo toda su vida para intentar hacerse un hueco, con límites a los que no logró vencer (pero es que esta es una batalla perdida aunque haya que disputarla), pero hueco, al fin y al cabo. Era su Chillida Leku; su sitio.

El 1 de Enero de 2011 este sitio cerrará y para los que lo hemos visto será un drama. Mucho más lo será para los que no lo han visto. No hay dinero, esta vez es este límite. Un museo impracticable, pues. Él, que siempre defendió esa escultura pública, mezclada con el lugar porque el hombre es de un lugar aunque después de todo sólo es un hombre.

Dice Octavio Paz que en la obra de Chillida se conjugan dos direcciones opuestas del arte contemporáneo: la atracción por la materia y la reflexión sobre la materia. No hay duda de que la crisis del mundo es grave, en especial en Occidente, cuando estamos dispuestos a levantar en Bilbao un nuevo San Mamés para un hipotético, ya imposible, Mundial de fútbol 2018 (Rusia se lo ha llevado) y no podamos mantener a la vista de la gente un lugar donde una persona se muestra, con sus límites, sus prejuicios y su genialidad. Y todo en esas dos direcciones: en un espacio imposible porque no tiene límites.

Una respuesta to “La materia y los límites”

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