Los guardianes de la belleza y mantenedores de la verdad, (parafraseando a Leonard Cohen), siempre dan valor a una composición amparándose en la ecuación que es directamente proporcional al conocimiento o trabajo propiamente dicho.
Por esa regla de tres, si un trabajo es elaborado con los mejores medios y/o viene comisionado por un ser con todos los conocimientos posibles: ES BUENO. Pero por el contrario, si ese trabajo, viene precedido de un insulso autodidacta carente de medios y conocimientos, esto, nos condiciona de tal forma que ni siquiera solemos someterlo a consideración.
Y yo me pregunto: Quién dice cuándo y cómo es un trabajo bueno?? Lee el resto de esta entrada »